Ironman es el nombre que recibe una de las pruebas deportivas más exigentes. Nació con el reclamo de encontrar a atletas de hierro y exige nadar casi cuatro kilómetros, pedalear 180 metros en bicicleta y correr 42,2 kilómetros en menos de diecisiete horas. La competición, que comenzó hace más de cuarenta años, suma un nuevo hito a su historia: el logro de Chris Nikkic, el primer atleta con síndrome de Down que ha logrado completarla.
El joven ha participado en la prueba con su padre y ha conseguido volver a demostrar que los límites pueden borrarse con mucho afán de superación.