Soñó que volaba después de que un accidente fatal le dejara en silla de ruedas. El ingeniero andaluz, José Luis Augusto, olvidó el vértigo y el miedo y se empeñó en remontar el vuelo de nuevo. 2019 fue el año en el que vio como su sueño se materializó y le convirtió en el primer piloto parapléjico de España con licencia para volar aviones de motor.
Y aquella ensoñación que parecía un imposible se fue haciendo más y más real y acogió bajo sus alas la primera escuela para pilotos con discapacidad de España. Y recibió el nombre que mejor podía describirla: Alas nuevas (New Wings).
