Es un día especialmente importante para visibilizar los problemas a los que se enfrentan los más mayores en sus últimos años de vida. Abandono, malos tratos o violencia son los más denunciados y se suman a la gran vulnerabilidad a la que han quedado expuestos los ancianos a causa de la COVID-19, que es especialmente cruel con ellos.
Desde Naciones Unidas, proponen volver la vista hacia este sector de la población, hoy 15 de junio, y tratar de impulsar condiciones más favorables que garanticen el respeto a la dignidad y los derechos humanos. La jornada es un reclamo a la integración social de los ancianos y a la toma de conciencia de la necesidad de darles un trato respetuoso y afectuoso.
