La pandemia mundial por la COVID-19 ha agravado la situación de las mujeres que han sufrido violencia sexual en los conflictos. Que pueden ejercer su derecho a la denuncia y a la reparación, ha dejado de ser una prioridad en muchos de los territorios, dejando desamparadas a miles de víctimas que no saben a quién recurrir.
Desde Naciones Unidas, quieren hacer visible la situación de las supervivientes de este tipo de violencia y lanzar una llamada a la Comunidad Internacional para que garantice el respeto de los Derechos Humanos.
